El despido improcedente es aquel que se ha llevado a cabo sin cumplir alguno de los requisitos que la legislación laboral establece para que se trate de un despido válido a todos los efectos.
Solo un Juez está capacitado para declarar un despido como improcedente y para ello, el trabajador ha debido recurrir a la vía judicial con el objetivo de que el despido sea declarado como tal.
Entre otras cosas, el Derecho del Trabajo define qué tipos de despidos pueden realizarse y cuáles han de ser los motivos válidos que justifiquen los mismos. Asimismo, la forma de llevarlos a cabo debe realizarse conforme a la legislación.
Por tanto, tanto el contenido como la forma del despido deben cumplir con una serie de requisitos legales. A modo de resumen:
Este tipo de despido debe preavisarse con una antelación mínima de un mes. Además, deberán especificarse, de forma detallada, las causas objetivas que se alegan para justificar el mismo: incapacidad del trabajador para desempeñar el puesto, causas económicas, técnicas, organizativas o de producción etc.
Las causas del despido, así como los datos que justifiquen este, deberán figurar por escrito de forma detallada.
En este tipo de despido, la causa que motiva el mismo es un incumplimiento grave por parte del trabajador. La causa alegada debe ser alguna de las reconocidas como tales por el Estatuto de los Trabajadores o bien el Convenio Colectivo aplicable: absentismo laboral voluntario y sin justificar, ofensas al empresario o compañeros, acoso, disminución reiterada del rendimiento etc.
Las causas alegadas para motivar el despido disciplinario deben estar perfectamente justificadas y han de ser demostrables, haciendo constar estas por escrito junto a la carta de despido.
Cuando un trabajador considera que el despido no está debidamente justificado, debe buscar asesoramiento legal inmediato. Nuestro abogado laboralista de Cádiz se encargará de evaluar todas las circunstancias, así como documentos relacionados con el despido, con el fin de detectar posibles anomalías o incumplimientos legales.
En caso de que así sea y si la conciliación extrajudicial con la empresa no tiene como resultado el deseado, se deberá abrir la vía judicial con el objetivo de que sea el Juez, una vez escuchadas las partes, quién determine la procedencia o improcedencia del despido.
Es importante tener en cuenta que existe un plazo máximo para reclamar ante la jurisdicción laboral en el caso de querer impugnar un despido. El plazo es de 20 días hábiles desde que se haya producido este.
En caso de que el despido se declare improcedente, la empresa tendrá dos posibles opciones: la readmisión del trabajador en las mismas condiciones en las que se encontraba o bien pagar la indemnización correspondiente.
Esta decisión corresponde a la empresa, salvo en aquellos casos en los que el trabajador es un representante o delegado de los de los trabajadores.
Si cree que su despido se ha realizado de forma irregular, contacte ya con nuestro abogado laboralista de Cádiz para obtener ayuda legal inmediata por parte de un especialista que le ayudará con su caso.